-Tonterías diurnas y otras nocturnas-



Fotografía obra de VARL Photography.

 Lo que miro en el espejo no es realmente lo que soy. Cada partícula reflejada podría ser de cualquier otro.  O de la tierra en la que estoy parado (que por sí sola ya posee mil historias y que yo todas desconozco) o del aire que me rodea. En el tiempo admiro el círculo que aún se repite ¿Cómo podría yo hacer historia si la historia ya está hecha?

***

-Critico de Querendones-



Fotografía de Víctor Alfonso Ravago

El tiro suena en plena noche. La calle Barcelona está casi completamente vacía. En ella solo se logran ver los contornos corporales de dos hombres. Desde las casitas que están a cada lado de la calle se escuchan murmullos y se ven sombras que se mueven en su interior. Todo el que puede, mira desde la penumbra el espectáculo que acontece, siente tristeza por lo que acaba de ocurrir. El cuerpo de Mirandino Paiba cae después de un corto momento en el que intentó mantenerse de pie. A metros en frente de él está, con pistola en mano,  su enemigo más fiel: el siempre pulcro Raimundo Tineo. El cuerpo herido después de sucumbir ante su propio peso y quedar de rodillas sangra desde la abertura recién hecha por la bala. Ésta última ha dado en un punto que no causará la muerte inmediata a su víctima, pero el Paiba sabe que su tiempo respirando está contado. Ese pueblo es tan pequeño que no posee sitio alguno en donde él pueda ser sanado rápidamente. El desangramiento terminará por agotar su vitalidad. Raimundo lo mira sin expresión en la cara, luego de unos instantes de accionar el funcionamiento del arma al fin pronuncia:

-La sabiduría del Rascao-



Fotografía de Víctor Alfonso Ravago

-Lo único que te puedo decir es que sigas a tu corazón. Debes llegar a sentir realmente esa furia por vivir dentro de tu cuerpo, dentro de cada órgano y de cada punto de tu integridad. Porque en realidad para eso es que venimos a este mundo, a crecer viviendo. La única búsqueda verdadera es la de la realización de los sueños. Puedes pasarte años enteros engañando al mundo acerca del supuesto bienestar que te rodea pero nunca te engañaras a ti mismo. Date cuenta: no todo el que dice ser feliz realmente lo es y nunca el que en verdad lo sea dice serlo a menos que se lo pregunten, curioso ¿no? Claro que habrán muchos que te criticarán por pensar de esta manera tan poco usual, tú debes tener presente que aquellos que te lo digan serán solo personas que pertenezcan al montón. Por eso debes tenerte a ti mismo como mejor amigo incondicional, como consejero y como presidente encargado de tu destino. La fe que inviertas en ti mismo se verá remunerada y con creses, solo debes aprender a soportar las adversidades… por otra parte está el tema de la ironía propuesta por este camino. Son poseedores de grandes fortunas aquellos que nunca se han sacrificado por ellas y por lo general terminan disfrutando más de la vida aquellos que a simple vista parecen desdichados. Tú debes creer en lo que quieras creer. Ver lo que quieres ver. Por ejemplo, yo cuando estaba chiquito no pensaba en nada más que en mi voluntad. Sé que ésta era muy grande, tanto que podía llegar a cegarme pero nada me llenaba igual de fortaleza que creer fervientemente que con esfuerzo y fe, que con imaginación y optimismo, todo podía lograrse. No creo que haya cambiado de mentalidad porque mis ideales siguen siendo los mismos, pero lo se: algo ha cambiado en mi voluntad y realmente desconozco lo que pueda ser. Siento como si de cierta forma yo esté traicionando mi propia mentalidad, lo que creo, lo que Soy. Recuerda siempre esto también: la voluntad que posea cada quien será directamente proporcional a su fe en sí mismo. Ahora bien, tú no te puedes detener en puntos inciertos, tú necesitas ser practico y sincero con tu conciencia. Es por esto que no necesitas meditar durante largas horas o varios días intentando encontrar el sentido de tu existencia. Solo debes buscar aquello que cause placer en tu interior, en todo tu ser. Aquello que te impulse a continuar cada día y que haga de ti una mejor persona. Sin quererte afirmar con eso que el camino sea fácil. La realidad es que si todo en este mundo se tratase de guerras, la búsqueda de los sueños sería la más ardua de las batallas, la más extensa y agotadora. Tampoco es que te quiera bajar los ánimos, solo debes tener siempre presente lo duro del camino. Siéntete en conexión con que si los sueños que buscamos están precedidos por el mal augurio del fracaso, que éste no sea más que un borroso avistamiento y que al contrario de una derrota visible sea vista como la prueba de que hay algo más esperándote. Ahora ya ha llegado la hora, dime algo, ¿Has logrado comprender todo lo que te he dicho? ¿Te ha servido de algo muchacho?

-La verdad es que si he entendido todo lo que me ha dicho y debo confesarle que todo me ha servido de mucho, gracias por eso. Sin embargo, usted debe recordar que yo solo le pregunté si me podía decir la hora. Definitivamente usted está borracho, mejor no siga tomando…


-Nivel tres: ¿qué es la Vida? -




Fotografía obra de Génesis Pérez 

-Entonces muchacho, dime ¿Qué es la vida?- le preguntó Pietro a Migue.

-En un parpadeo-



Fotografía obra de Génesis Pérez 

Cuando me percato por fin de que todo ha cambiado, ya realmente todo ha cambiado. Puede parecer redundante, pero no existe gran explicación al hecho de que nuestra novela propia pasa tan fugazmente que a veces ni nos damos cuenta de que tanto se ve alterada su esencia. Cuando me despierto cada mañana y veo el techo de mi cuarto no pienso en absolutamente nada. Mi cuerpo se levanta como un espectro mecánico que actúa por cuenta propia. Ni siquiera pienso en qué hacer cuando ya lo estoy haciendo. Sin percatarme ya estoy en el baño mirando mi reflejo en el espejo que está arriba del lavamanos. Saco la lengua, restregó con mis manos los ojos para alejar al sueño de ellos, me cepillo con la pasta dental que sabe a menta. Todo esto por el mismo acto inconsciente que nunca planeo, solo ejecuto. Es cuando estoy metido en la ducha y el agua me cae por todo el cuerpo, cuando me doy cuenta de que estoy vivo. Allí, en ese preciso momento, es que caen con una pesada furia  la jauría de recuerdos que me acechan. Recuerdos de un pasado que viví con plenitud, pero que ya hacen parte de esa compilación que solo podré retomar en fugases analepsias que pasen por mi conciencia.

-En donde nací no hace frío porque el calor derrite la nieve-


Fotografía obra de Génesis Pérez

Cuando somos víctimas de nuestra propia debilidad, sucumbimos ante el miedo a repetir lo que hemos hecho con anterioridad. Así continuamos, pero jamás nos detenemos a pensar si los pasos que damos son los que valen la pena. Yo mismo he hablado con muchos a los que la vida no les parece más que un momento y nada más. Para mí esto es una oportunidad de dar todo por el todo. De disfrutar cada segundo como si en el siguiente nos pudiese atropellar un carro al atravesar alguna calle.

-Última noche en Cumaná-


Fotografía obra de Celso Emilio Vargas Mariño

- Entonces ¿Qué será de mí ahora? ¿Me dejarás solo? – le preguntó el discípulo indignado por la confesión que le acababa de hacer el hombre que había simbolizado un foco de luz entre toda su oscuridad, entre su confusa vida.

-Habla el Enamorado-


Fotografía de Víctor Alfonso Ravago

Intentaré explicar de una manera precisa todo lo que pasa por mi mente constantemente en cuanto a cierto tema que nunca abandona a mi corazón. Así comienza esto:

Para mí Ser es Ella la estrella de Belén. La pintura que nunca pinté está reflejada en su expresión, en su sonrisa, en su cabello planchado que huele a flor. Incluso en un pestañeo en el  que tengo los ojos cerrados sigo viendo a una musa con total claridad, a un ángel que se coló entre los humanos por error. En sus palabras me resguardo y con una oración aparentemente simple, logra hacerme sentir en la gloria aunque esté siendo torturado por la cruel  realidad. Muy en mi interior lo sé: esto ya no es amor. Este sentimiento ha logrado evolucionar de lo común, pudiendo trascender la barrera de la pasión para convertirse en todo un universo, en el mío propio.

Son sus imperfecciones las que la hacen perfecta para mi razonamiento. No encuentro mayor fuente de luz que su mirada tranquila y soñadora que me trasmite alegría. Toda canción de verdadero amor recae en el contexto que constantemente vivimos. Yo sin poder componer por falta de virtudes musicales, me siento impotente al tener que aceptar que no puedo descargar en una melodía todo lo que siento hacia Ella. Sin más que hacer, solo puedo intentar describir  con tinta y en esté viejo papel lo que ocurre día a día en mi corazón.

Es cada momento que pase a su lado una obra de arte. No puedo empezar a juzgar a los demás mortales argumentando que en realidad ninguno de ellos ha conocido una pasión como esta, únicamente porque sienta muy en el fondo que lo que vivo con mi amada ya ni siquiera pertenece al reino de los humanos. Tampoco quisiera parecer pretencioso pero simplemente no puedo evitar todo lo que me ocurre, todo lo que siento, todo lo que gracias a su persona ahora soy.

Cuando despierto Ella se encuentra a mi lado con su presencia que, debo confesar, me trae calma. No está físicamente sino materializada en mis pensamientos y enraizada en mi conciencia. De esta forma la veo igual de viva, la siento igual de cerca con cada respiro y cada movimiento que  hiciese si estuviese presente.  Entre todo lo que ya he mencionado, debo recalcar su poder sobre las leyes naturales que en este plano intervienen, siendo estás alteradas drásticamente por su Ser. ¿El porqué de tal afirmación? Simple: cuando está conmigo el tiempo se detiene y deja de transcurrir, solo para que podamos estar juntos aunque sea unos minutos más; el espacio, por su parte, también deja de poseer sus características habituales porque (para esté sublime sentimiento que comenzó a correr en una tarde de mayo) ya no existen distancias entre ambos seres. Ella me lleva a donde sea que vaya y yo nunca concibo que a mi lado no esté su presencia. Incluso en ocasiones de aparente alejamiento, logro percibir su perfume de mujer y es allí cuando me doy cuenta que la separación es solo un mito para nuestro idilio.

Cada suspiro, cada sonrisa, cada aprendizaje e incluso el hecho de que yo siga con vida, todo se lo debo a Ella. Es éste el momento cumbre en el camino de todo hombre ya que entiende que su existencia no le pertenece sino que su poseedora es la frágil doncella que le robó entre sueños el corazón. Mientras algunos se asustan por esto y sienten temor de nunca volver a poseer lo que era suyo desde el principio, yo me alegro de que el órgano palpitante que administra mis emociones se encuentre en buenas manos. En las mejores manos de este mundo para ser más preciso, en las más suaves y delicadas aunque tengan uñas pintadas de colores brillantes.

A su lado he logrado entender el porqué de la necesidad de plasmar de alguna manera la concepción que poseamos del amor. La explicación es también bastante simple: nace con el milagro de amar la querencia de comunicar a los otros que tal cosa continua existiendo, que aún es posible encontrar la felicidad ante el tacto de una caricia, ante el sonido de una palabra, o con la dulzura saboreada en un beso largo y sincero.

En ocasiones extremas realmente llego a creer que antes de Ella en mí estaba únicamente la nada. Otras tantas veces pienso que si había algo: un cascaron vacío que deambulaba por las calles sin rumbo aparente. Ahora eso por lo menos si ha cambiado y poseo un sentido en mi existencia: pasar cada día a su lado sin que importe el mañana o exista el ayer.  Ya lo sé, soy patético por depender de otro Ser, pero realmente todo esto se escapa de mis posibilidades y de mi propio control. Ya sé también que muchos me mirarán con desdén por profesar amor y mantener siempre con cara de ilusión, al intentar darle vida a una mentira. Yo por mi parte mantengo firme, frente a esta circunstancia, la pregunta que me enseñó a seguir mi tierra y su gente: ¿Pregúntame si me importa? Con ella puedo demostrar mi irreverencia hacia aquellos individuos que no comprendan nuestro amor. Mejor dicho, los que no comprenden la complejidad de mi universo.

En mi concepción está que el mayor de los martirios que pudiese llegar a mi destino seria, sin dudarlo, su olvido. Tal idea me causa pánico, inseguridad, ganas de dejar de vivir si así pasara. Un ser humano no puede mantenerse sin corazón y, al ser Ella el mío, sin su presencia mi existencia no sería posible. Pero la verdad no malgasto energías pensando en tales ideas. Lo que por Ella siento es correspondido  con tan solo una de sus acciones, con su particular forma de hacerme sentir una persona especial a los demás. Porque también debo mencionar ese detalle en esta confesión: desde que Ella me acompaña ya yo no soy uno más del montón. Yo ya he comenzado a lucir un brillo diferente en mi mirar. Un brillo que demuestra emoción y alegría por estar vivo.

No debo dar más vueltas a este asunto, al contrario debo simplemente aceptarlo: Estoy enamorado.

-No me la llevo con el drama de perecer-



Fotografía obra de Celso Emilio Vargas Mariño

No puedo estar más de acuerdo con lo que dijeron por ahí: “En las épocas de peores crisis es que surgen los desarrollos más grandes”. Vivimos tiempos difíciles. Quizás demasiado difíciles para darnos cuenta de su verdadera gravedad. Pero no me lanzaré yo mismo al olvido, no permitiré que factores externos afecten mi voluntad y todo lo que soy. Prefiero creer que nuestra generación traerá cambios a este mundo, porque es en los jóvenes en los que recae el futuro de las cosas. Por eso es que continúo, porque deseo fervientemente  que todas mis metas sean cumplidas por mis propios atributos.