-Conclusiones y otros comentarios-


Fotografía obra de Génesis Pérez 

Después de muchísimas lunas, se encontraban otra vez los tres amigos conversando. Tomaban café y comentaban conclusiones acerca de sus viajes. Este mundo ya les parecía pequeño luego  de todo lo visto y esa región en la que habían crecido ya no era más extraña para ellos. Sera que es cierto aquello de que cuando te vas de tu tierra y regresas te sientes más cercano a ella que nunca. Así el primero comenzó:

-Y ese viaje-


Fotografía obra de VARL Photography.

Si acaso esto es una especie de juzgado final y la muerte ya hace rato que me visitó, reconoceré no tener miedo a contar mi historia. Esto que sentimos como propio es el resultado exacto de todo lo que somos, de la tierra roja que pisamos descalzos y de los cafés calientes que probamos en las mañanas. Entonces no perderé  ni un segundo más porque la mañana se va volando y el oxígeno parece que también se va acabando poco a poco. Llené a tope la maleta y ésta (que por sí sola ya era bastante grande) quedo abastecida de lo que se suponía era mi universo. Ropa, libros, fotografías, discos de la música que más me gustaba, algunos sueños por realizar y muchas cosas que creía importantes en aquel entonces. La expectativa no fue guardada en el equipaje, a ella si la llevaba en el bolsillo del pantalón y a donde sea que me dirigiese me acompañaba. Era como si toda mi vida hubiese esperado ese momento, como si apenas fuese a empezar a sentir y ante mí se mostraría el “nuevo mundo” descrito por los españoles en tiempos de descubrimiento.