-Colofón de un canoso-


Fotografía obra de Alberto Rojas. Fuente Original: Caracas Shots

-No sé si te preguntarás por qué te dije para vernos acá- dijo el viejo Fonseca a su nieto cuyo nombre ya no recuerdo.

-Elucidario-


Fotografía obra de Alberto Rojas. Fuente Original: Caracas Shots

Sé que a veces te molesto con tantas palabras, con tantas letras salidas de una boca que se seca porque el calor sofoca.

-La imaginación de las ideas-


Fotografía obra de Alejandro Hernández.

-¿Sabes que ya eres lo que fuiste y que dentro de un rato lo volverás a ser?  Lo sé, lo sé, obviando la incoherencia inmediata que propone esta interrogante, no puedes negar que suena como un eslogan bastante curioso que queda rondando en la mente.

-Dialogo entre invisibles-


Fotografía obra de Celso Emilio Vargas Mariño

-¡No! ¡No se puede! Uno de los nuestros no debería andar inventando tanto. Nosotros ya estamos bien como estamos.

-¿Y si yo quiero algo más? ¿Eso es malo?

-Conviviendo conmigo mismo-


Fotografía obra de Génesis Pérez 

¿La incomprensión hacia uno mismo termina por convertirse en locura?

-Un beso telepático-


Fotografía obra de VARL Photography.

Hoy te escribo desde la lejanía tan grande que nos separa. Estoy en la capital, en nuestra bella capital. Aquella que recorrimos desde la mañana, soltando en la calle sonrisas mientras íbamos de la mano. Podría pasarme toda la noche intentado escribirte algo que de algún modo traspase mi sentimiento hacia ti, sin embargo, no creo posible lograrlo debido a que el papel y la tinta no son tan precisos. Aun así, busco palabras que me permitan hacerte saber que pienso en ti día tras día y que sé que estaremos justos más temprano que tarde (o por lo menos así lo espero). Te extraño, pero el recuerdo de cada abrazo, de cada caricia y cada tacto que pude sentir de tu piel, se hace vigente conforme lo rememoro.

-Otro cambio y fuera-


Fotografía obra de Génesis Pérez 

En lo que llevo de vida han ocurrido a mí alrededor varios génesis con sus respectivos apocalipsis; el mundo es entonces, otro elemento sujeto a mi comparación con un fénix. Entre todo esto que he podido presenciar, jamás han habido momentos del todo malos ni del todo buenos, todo ha estado sujeto a mi propia sugestión y es por ese hecho por el que en verdad estoy agradecido. Aunque el testamento ya fue realizado y con él me he sentido complacido, no está demás hablar otro poco de este granito de arena que ha significado mi vida. No he podido sentir varias emociones, aunque estas faltantes ya las he vislumbrado a través de algún cuento que me hayan echado los que sí lo hayan hecho. Pero si he disfrutado bastante aunque la situación pinte mal, aunque no goce de grandes lujos ni grandes patrimonios nunca han faltado las risas. Entonces este mundo (además de ser aquel pajarito que renace y que ya nombré al principio) es un paisaje de colores vivos, una conjugación completa de elementos que generan alegría para el que la quiere ver.

-Nuestro tiempo-


Fotografía obra de Janmary Molina

Me percaté cierta vez mientras veía un reloj, de la relación de este con respecto a mí. El artefacto avanzaba siguiendo un mecanismo que otro había configurado, mientras él ni siquiera se percataba de ello. Siempre continua hacia lo que nosotros reconocemos es «adelante» en su naturaleza; nunca lo hace hacia atrás, como si tal acto careciera de coherencia. Eso lo fuimos aprendiendo conforme continuábamos en el devenir de los acontecimientos, el hecho de que este momento vivido será único.

-Espejismos de otra vida-


Fotografía obra de Janmary Molina

He vivido tantas noches de sueños desafinados y eventos fugases con maravillas propias, que mis ojeras parecieran no querer reponerse de aquellos desvelos. Aún recuerdo el día en el que comencé con esta cuestión de soñar, de intentar hacerme un lugar en este mundo de locos para consagrarme con un hombre feliz luego de luchar porque así fuese. Ahora pienso en eso y me siento hasta un poco ridículo. Nunca entendí hasta mucho tiempo después, que la felicidad es algo tan propio como nuestra sonrisa, que simplemente no se puede hallar afuera, sino que hay que inventarla adentro de uno.