Fotografía obra de Víctor Alfonso Ravago.
Lo que sucede, lo que se vuelve
cotidiano, lo que se hace porque se quiere y lo que se impone, el tiempo y el
espacio de este país caribeño; entre todo eso y lo demás, continúan estando los
anhelos más anhelados. Esto es otro recordatorio para ti, como esos que siempre
te hago sin que me lo pidas. Lo sé, soy fastidioso por naturaleza, pero me
gusta decirte varias veces lo mismo por si acaso lo olvidas. Entonces sí, los
anhelos, esos bichitos que se hacen grandes en nuestro interior y que terminan
por causar ese efecto en nosotros también. Son maravillosas evocaciones en
busca de realización, por eso su belleza propia, por eso el hecho de que nos generen
alegría con tan solo pensarlos.