Fotografía obra de Juan Mattey. Fuente original Flickr
Queriendo llegar a la luna se le ocurrió construir edificios muy altos. Arena,
piedras, metales y vidrio fueron uniéndose bajo su dirección para lograr una
torre inmensa. Pero no alcanzó su meta con el primer intento, ni el segundo ni con
los que siguieron. Al tiempo una gran metrópolis se erguía sobre la planicie árida
que antes era su hogar. Llegaron pobladores que ocuparon la gran variedad de
edificaciones. Frustrado, él se fue a vivir a la cima de un cerro; allí se
quedó viendo estrellas adornando al satélite que quería alcanzar. Con los años
dejaron de ser construidos nuevos rascacielos y en la gran metrópolis la gente
fue olvidando que fue un solo hombre el
que había creado todo aquello.