Fotografía obra de Génesis Pérez
«Más de lo mismo»
Otra vez intentado cosas, toda
una ciudad compuesta de nuevas preguntas. He comenzado a creer que mi vida en
realidad termina por tambalear entre las ilusiones y la realidad. No, nada de eso. La verdad es que
mis días se condensan bajo la propuesta de un destino bastante esperanzador,
ese que propone que cualquier maravilla pueda ser lograda. Entonces continúo.
Por alguna razón, en este momento creo que ese es el único esfuerzo que vale la
pena mantener, nadie quiere quedarse en medio de la nada. Retomando otros
miedos, sé que he llegado a perder muchos días, muchas energías empleadas sin
necesidad. Pero así somos nosotros los humanos, tan tercos y sorpresivos que ni
siquiera pensamos bien las cosas antes de hacerlas. En fin, en este momento
creo tener uno de esos momentos, creo que he podido redescubrir en mi interior ese
elemento tan bonito que es soñar.
***
«El amor de todas mis vidas»
Pude conocer al amor cuando éste
ya me había dado la espalda, por eso nunca he llegado a verlo a los ojos. Sin
embargo, su efecto irradia a tal magnitud que puedo sentirme especial por el simple
hecho de saber que existe. Por esa razón durante todas mis vivencias he tenido
instantes de alegría desbordada, porque sé que el romance que espera a todas
las personas también es posible para mí. La verdad creo que siempre he sido muy
sentimental ante todo el asunto, pero creo que en este punto cualquiera lo es
aunque no siempre lo demuestre. Se trata de que aunque llegue a durar toda la vida, seguiré caminando detrás de ese sentimiento, de esa fuerza, de ese universo que
significa un idilio verdadero. Confío ciegamente en que algún día lograré
verle los ojos verdes y que a partir de allí empezará a ser el amor no de una,
sino de todas mis vidas.
***
«Un tanto ilógico»
Estoy acá, en este momento,
mientras el segundo se muere, mientras este efímero instante marca de alguna
manera mi existencia. Estoy acá porque así lo elegí, porque así se dieron las
cosas o porque necesitaba estarlo. Estoy acá y no importa nada más, sé que el
pasado me pesa y que el futuro me pone neurótico, pero estoy acá y este momento es lo único que realmente me pertenece. No quisiera pensar que el destino terminará
por írseme de las manos, ya tanto me han quitado que no podría soportar algo
como eso. ¿Y mi libertad? ¿Dónde está la promesa de una vida mejor? ¿Acaso el
progreso ya dejó de ser un fantasma? ¿Y yo por qué tengo que preguntar tanto?
La verdad es que termino por fastidiarme a mí mismo con mucha facilidad. El
hecho verdaderamente importante entre todo esto es que, si todo sale bien, nada
podrá salir mal. ¿Un tanto incoherente? Bueno, ya deberías ir acostumbrándote a
ese tipo de cosas en tu constante devenir.