Fotografía obra de Génesis Pérez
No quiero sonar dramático,
no quiero sonar vencido.
No quiero sonar como suenan los que se han arrepentido.
Los que ven de la misma forma, tras la misma ventana opaca.
Los que prefieren dejar de crear porque la imaginación no se les dilata.
Tampoco quiero parecer desanimado, triste o deprimido.
No tengo tiempo para esos garabatos, menos con lo que ahora
vivo.
Sin que me detenga el
miedo a caminar de madrugada.
Sin que me detenga que afuera sigan lloviendo balas.
Supongo que soy ingenuo y bastante inmaduro.
Aún creo
que hay gente buena a pesar de que el camino ha sido duro.
También
creo en mí mismo aunque nunca
lo diga.
Aunque acepte que en ocasiones la esperanza se fatiga.
Que la ilusión
se va a caminar por montes lejanos y no se puede ver.
Dejándolo a
uno con una velita en este país
en alquiler.
Por eso a las musas hay que subirles el vestido
Para bañarse
de inspiración y demostrar que
este sitio no está perdido.
Sé que así
será aunque el que lea no me haya
creído
Pero me cansé
de sonar dramático, me cansé sonar vencido.