Fotografía obra de Génesis Pérez
-Entonces muchacho, dime ¿Qué es
la vida?- le preguntó Pietro a Migue.
-A pesar de que lo he pensado
mucho, la respuesta ha llegado sola. La Vida no es algo, la Vida lo es todo.
Constituye cada cosa buena o mala, grande o pequeña, simple o compleja, hace
parte de ella. Tú mismo me lo preguntabas el otro día: ¿Cómo era posible que en
otras épocas llamasen Vida a lo que nosotros denominamos de la misma manera si
ambos conceptos llegan a ser casi completamente distintos? Es por lo que ya te
he dicho: sin importar las culturas, las creencias o las razas, todo seguirá
siendo vida porque en realidad ésta lo es todo, como ya dije varias veces-
respondió el muchacho y esperó un momento para ver si el otro decía algo. Éste
no dijo nada, solo se quedó mirando el perro caliente que tenía en las manos.
Migue entendió el silencio y continuó- Por otra parte creo que sí podemos
identificarnos (como seres humanos que somos) con la definición que damos por
Vida a el periodo de existencia que duramos en este mundo. Así pues, pienso que
la Vida puede ser así mismo vista como un camino, una prueba, una oportunidad,
un milagro, el más puro acto de amor de Dios hacia nosotros. En fin, muchos
elementos más que abarcan desde el principio hasta el fin de las cosas. Es un
ciclo de repeticiones constantes que nos presenta ese incomparable chance de
buscar nuestra felicidad y conseguir nuestros sueños.
Migue se calló también pensando en su propio
desarrollo. En definitiva su existencia no había sido fácil en muchos
segmentos, pero ahí estaba, intentando luchar por ser el director de sus actos
y de lo que estos repercutirían. Un suspiro se fugó desde el interior de su
garganta. De esos momentos en los que sentía nostalgia por lo que había sido
hasta ahora, ese era sin duda uno sobresaliente. Salió de su fugaz trance
cuando su tutor dijo:
-Miedo al futuro solo cuando se
duda de uno mismo, eso no te conviene. Por ahora debes continuar con tu
explicación- como si supiese que era lo que Migue estaba pensando en ese
momento.
- Si, lo siento. Ahora que lo pienso la Vida
realmente es algo maravilloso aunque no siempre lo recordemos. Creo comprender
ya muchas cosas y poder definirlas en pocas palabras: La vida es, sin duda, un
regalo… eso pienso yo- terminó de decir un tanto acalorado por todas sus
confesiones y por el hecho de tener que coordinar mente y boca para poder
expresarse adecuadamente.
Esperó sintiendo que la
expectativa lo dejaría sin poder respirar. Al fin de unos cuantos minutos,
Pietro habló sin cambiar su tan molesta calma y sus serenas palabras dignas de
admiración:
-Me parece muy razonable lo que
has dicho. La Vida no es algo que se pueda definir bajo algún concepto
preconcebido. Simplemente cada quien la ve como le parece. Es por este detalle
que la humanidad es tan desigual a pesar de poseer los mismos atributos y el
mismo potencial. Volviendo al tema inicial, me parece que has expuesto tu punto
de vista con total claridad. Ahora debo preguntarte: ¿Por qué me dijiste
aquella vez que no te gustaba tu Vida?
Esa era la forma en la que el
otro derrumbaba los ánimos de Migue en cuestión de segundos. En el momento en
el que por fin pudo recordar cuando le había afirmado aquello a su tutor,
sintió algo totalmente diferente a lo que había sentido el momento de decir tal
cosa. Era como si hubiese cambiado de
forma de pensar. Así argumentó:
-Es cierto, te dije que no me
gustaba mi Vida y aún no puedo decir nada que contradiga eso. En este momento
me siento extraño porque entiendo que, si la Vida lo constituye todo, cada
individuo hace parte de esta maravilla. Por eso es que lo que cada persona diga
acerca de su Vida será un resumen acerca de lo que piensen sobre sí mismos. Sí,
antes no lo había visto, pero ahora lo sé: No es que no me guste mi vida, es
que simplemente no me gusto yo mismo. No me agrada lo que soy, mis miedos, mis
hábitos, todos ellos son como un peso que yo mismo me he impuesto y que me
dejan agonizando cada noche antes de dormir. La Vida no tiene nada que ver, soy
yo el que ha hecho de ella algo que me desagrada. Por lo menos ahora lo sé.
-Me alegra y me satisface todo lo
que has dicho. Hemos avanzado mucho con esta charla, debo decirte que has
aprobado de manera esplendida esta clase y ahora ya estás listo para el
siguiente nivel.
Migue asintió y sonrió. A pesar
de sentir vergüenza de su propia debilidad, él comenzaba a nacer nuevamente y
ante sus ojos se mostraba un mundo que siempre había estado ahí, esperándolo
hasta que él estuviese listo para verlo. La tranquilidad lo llenó completamente
y sintió la adrenalina correr por sus venas al tiempo que decía:
-Creo que puedo afirmarlo: la
vida es un helado en un día caluroso…