-Conclusiones y otros comentarios-


Fotografía obra de Génesis Pérez 

Después de muchísimas lunas, se encontraban otra vez los tres amigos conversando. Tomaban café y comentaban conclusiones acerca de sus viajes. Este mundo ya les parecía pequeño luego  de todo lo visto y esa región en la que habían crecido ya no era más extraña para ellos. Sera que es cierto aquello de que cuando te vas de tu tierra y regresas te sientes más cercano a ella que nunca. Así el primero comenzó:


-No crean que soy un mártir de los eventos que me han pasado; al final y después de todo lo vivido, de cada paso y cada respiro, solo importara el universo que nos hemos creado. Las estrellas de este serian nuestros sueños, aquellos que formen en conjunto una constelación. Nosotros  en esta pasaríamos a ser Apolo. Veo así lo que me rodea, soy más normal que esta bebida que nos estamos tomando o que el arroz que mañana nos comeremos en el almuerzo. Los paisajes por lo menos poseen belleza aunque nos terminemos acostumbrando a esta. Nosotros los humanos vivimos con miedos a lo que viene y miradas a lo que ya se fue, mientras que la esperanza sigue vigente aunque en dosis diferentes según el individuo. Sentimos cada tacto de la vida por lo que queremos y lo que deseamos, por todo aquello que el espíritu nos grite o susurre, por esto o lo otro. Luego de aceptar esta realidad, ¿Qué importancia podrían tener entonces las caídas o los sacrificios? En muchas personas quizás la necesaria como para no continuar adelante. En nosotros que hemos visto por lo menos el primer vestigio de la gloria de soñar, ninguna. Fui ladrón y policía. A pesar de eso véanme otra vez junto a ustedes.

Los otros no dijeron nada cuando el primero dejo de hablar. Continuaron tomando de su taza y luego de un rato, el segundo también opino:

-Pienso que determinadas cosas, solo algunas entre el conjunto de todas, se cristalizan en aquel sector de la memoria al cual queremos tener acceso. Yo quisiera tenerlo a toda mi conciencia; de esa manera podría sentir nuevamente todo aquello que ya no me pertenece, aquello que ya olvide y todo eso que se fue entre mediodías y atardeceres fugases. A veces me lleno de ilusión y trato de revivir de alguna forma los momentos pasados. No lo logro, es imposible traer a la vida los instantes que nos quitaron el aliento, ellos ya huyeron. Es ahora cuando me percato de la realidad, de que soy cada nube que pase por arriba y cada partícula de tierra que haya por abajo. Me doy cuenta que lo que importa realmente es este segundo en el que pestañeamos aun. No quisiera que esto cambiase nunca, aunque como ya dije, a veces me aferre al pasado.  Continuo siempre caminando, ¿Qué destino trágico podría perseguirme si ya mis días se han quedado sin ilusiones? Estoy seguro que muy pocos. Fui piloto de avión y minero de El Callao. A pesar de eso véanme otra vez junto a ustedes.

Los tres volvieron a quedarse callados. Luego de un rato y de la misma manera en la que lo hicieron los otros dos, el tercero comenzó a hablar:

-Si cada persona que pasó a mi lado me hubiese contado una historia, yo podría decir que conozco muy pocas historias. La soledad hace parte de mis delirios, por eso estos son tan constantes. Siempre me pregunte: ¿De que serviría buscar compañía en un mundo ya caducado? Realmente sirve de mucho cuando la soledad te traspasa el pecho y te llena de frio el corazón. A veces pienso que solo soy un ángel frustrado, uno que intento tener alas para volar y ser libre pero que se quedó a medio camino por no creer con el corazón si no con la cabeza. ¿Les parezco pesimista?  Yo mismo me siento así. Sé que me veo patético ante cualquier cámara fotográfica. Pónganse en mi lugar y se darán cuenta que las batallas terminan cansando a cualquiera, que los maratones te tumban y que tanto nadar sin encontrar orilla tarde o temprano fractura tus ilusiones y rompe tu impulso. Caminamos en la oscuridad, mas no somos ciegos. Somos lo que somos y así podemos pasar muchos años. Esto hasta que una mañana despertamos sintiéndonos diferentes. Quizás la locura sea otro de esos elementos moldeables con los que nos encontramos. Todo el mundo está loco y eso es un hecho, simplemente cada quien abraza esa demencia de forma diferente. Por mi parte solo deliro y creo incluso agonizar. Esto porque desde hace tiempo que no poseo un norte al cual dirigirme, solo deambulo en círculos mientras el tiempo se agota y mi muerte se acerca. Intente ser ángel pero termine siendo demonio. A pesar de eso véanme otra vez junto a ustedes.

-Mañana nos iremos otra vez- dijo el primero.

-Aprovechemos este día que estamos juntos- continúo el segundo.

-Visitemos más amigos y compremos sangría- término el tercero.

 Los tres asintieron y partieron. La vida los había llevado por caminos diferentes. Caminos que les dieron a cada uno una conclusión distinta acerca de sus aconteceres. Sin embargo, eran aun en esencia lo mismo del principio: compañeros que compartían penas y glorias. Partieron al siguiente día con una nueva ilusión: encontrarse de nuevo para volver a concluir cosas sin ningún sentido aparente.