-Otro cambio y fuera-


Fotografía obra de Génesis Pérez 

En lo que llevo de vida han ocurrido a mí alrededor varios génesis con sus respectivos apocalipsis; el mundo es entonces, otro elemento sujeto a mi comparación con un fénix. Entre todo esto que he podido presenciar, jamás han habido momentos del todo malos ni del todo buenos, todo ha estado sujeto a mi propia sugestión y es por ese hecho por el que en verdad estoy agradecido. Aunque el testamento ya fue realizado y con él me he sentido complacido, no está demás hablar otro poco de este granito de arena que ha significado mi vida. No he podido sentir varias emociones, aunque estas faltantes ya las he vislumbrado a través de algún cuento que me hayan echado los que sí lo hayan hecho. Pero si he disfrutado bastante aunque la situación pinte mal, aunque no goce de grandes lujos ni grandes patrimonios nunca han faltado las risas. Entonces este mundo (además de ser aquel pajarito que renace y que ya nombré al principio) es un paisaje de colores vivos, una conjugación completa de elementos que generan alegría para el que la quiere ver.


Conocí el amor de la mano de una mujer mientras transcurría un día común y sin que yo lo hubiese pedido, como si el destino conspirase para que yo vislumbrara un poco de luz entre mi propia oscuridad. No es fácil de explicar porque en realidad es muy profundo al sentir. Lo cierto es que jamás percibí algo tan bonito como el amor puro que me generó un gesto, una caricia, un beso o una mirada profunda que me transmitiese su persona.

Fui por caminos zigzagueantes hasta la fuente pura de nuestra naturaleza y exploré el bien y el mal que componen a la mente. Sin embargo, ya en este instante no soy capaz de concluir nada con absoluta certeza. No recuerdo en que momento comencé a disfrutar de las cosas pequeñas, de los placeres sencillos que ofrece la vida y de los pequeños detalles que nos generan felicidad. Pero me he dado cuenta que esto tiene un doble efecto y es apreciando cosas simples que la tristeza sale a relucir; con una fotografía vieja, con una canción que marcase una época, con un recuerdo nostálgico. Tantos eventos que hacen parte de mi historia, y por ende, parte de mí mismo.

He entendido tantas cosas en este corto transcurso de acontecimientos, que me parece indudable el hecho de que para cuando por fin vaya a morir, mi memoria estará sobresaturada. Eso realmente me emociona, haber nacido en esta tierra garantizaría desde el principio que así fuese mi destino. He visto personas sucumbir ante el dolor de una perdida, ante la peor de todas al abandonar la esperanza; he visto personas que usan mascaras ajenas intentando engañar al mundo que los mira; he visto personas sin temor al devenir de los acontecimientos, sin vestigio de duda en sus ojos, con valor que emana de su corazón palpitante.


Tanto he logrado y aun así nada tengo. Por eso es que hoy me siento libre, sin ninguna amarra a cualquier cosa. Aunque los eventos continúan siendo cambiantes, este circo no me deja de parecer lleno de júbilo. Al final no cuenta lo que hayas hecho, sino también  si lo disfrutaste. Hasta que cambie de forma de pensar y necesite reafirmar mi Ser, hasta ese nuevo capítulo: cambio y fuera.