Fotografía obra de Alberto Rojas. Fuente Original: Caracas Shots
Aunque el día ha comenzado siendo
tan común como el de ayer y la monotonía continúa desatando bostezos
constantes, siento que algo hay de distinto. Es más que la necesidad interna de
no continuar siendo parte de esta secuencia repetida de acontecimientos, es
realmente el presentimiento de que algo nuevo comenzará a desarrollarse dentro
de cualquier momento.
Entonces a partir de ahora
comienza el desarrollo de esos nuevos sucesos que por ahora ni siquiera
existen. Yo creo fervientemente en la idea salvadora de que uno mismo inventa y
moldea cada elemento en su propia existencia. No puedo llegar a creer en otro
tipo de principio en cuanto a este tema ya que de otra forma debo aceptar que
esa rutina que aplasta la esperanza no terminará nunca. Queriendo conversar de
muchas cosas al mismo tiempo, dispongo un momento para mencionar esa frase que
siempre me recuerda a Peter Pan: “Nunca digas nunca jamás”. No sé en realidad
porqué menciono aquello, quizás de alguna forma es importante tener presentes
ese tipo de artilugios del lenguaje con los cuales desafiar al universo entero
con nuestro espíritu rebelde. De repente, todo se pueda conectar en realidad y
podamos tener como bandera esas cosas tan sencillas como “lo del nunca jamás”,
como una sonrisa que exprese vida, como la irreverencia de intentar soñar algún
anhelo por el simple hecho de buscar otra cosa.
Sin querer parecer un experto, me
atrevo a decir que de eso se trata todo esto, de intentar ser distintos de una
manera tan particular como el individuo mismo. Creo que de allí podrían partir
todos los esfuerzos en esta vida. Por eso llego a pensar que tanta cosa difícil
tiene su razón de ser, tiene un sentido propio. Prefiero sin duda sostener este
tipo de verdades antes de caer en otras que en realidad no me sirven de nada; continuar
con esta rutina, por ejemplo, encabezaría esa lista.
Me levanté esta mañana y miré el
nuevo día con valor porque sé que sin importar que amaneciera lloviendo, más arriba hay un sol que aún
brilla. Si, afirmo que es un mensaje tonto e inocente como lo de que “la no violencia es el
antídoto de la violencia”, pero sin duda con una contundencia única. Aceptando que todo esto que ocurre es
necesario y perfecto en su funcionamiento, solo me queda estar preparado para
el comienzo de ese nuevo segmento que, como ya dije, presiento tan cerca.
Simplemente hay que adecuar la mente a los deseos conforme a la mejor forma de
realizarlos. He llegado a pensar que no hacerle caso al anhelo puro que
desarrolla un sueño, se termina por asesinar fríamente al corazón. Es allí
cuando termina por llegar esa monotonía antes mencionada.
Ahorita ya veo la luz aclarar en
el amanecer de una larga noche. Solo me queda abrirle los brazos al momento, a
la oportunidad, a la situación que se presente. Estar listo para lo que esté
por ocurrir y sentir la libertad de actuar sin arrepentimientos. Después de
todo, uno es el único que puede salvaguardar su propia realidad conforme con lo
que realmente desea. De esa forma, estaré listo para el mundo que se revelara
tarde o temprano. Solo queda esperar, serle fiel a mi propia naturaleza, tener más
fe que agua en el organismo y amar como si en cualquier momento la muerte pudiese
venir a saludar; en fin, sé hay que estar ready pa´ lo que venga.