Fotografía obra de VARL Photography.
Sé que por siempre estará el hecho de afirmar que las épocas
pasadas fueron mejores, como si refugiarse en ese consuelo pudiera cambiar algo. Entonces se torna aún más
compleja la cuestión del día a día porque este segmento de la historia está
destinado al descontento. Lo que sí es cierto es la demanda de creatividad que se
nos exige en estos momentos. No estamos en condiciones de quedarnos inertes sin
explotar el potencial que cada uno lleva dentro, es justo y necesario demostrar
lo que valemos. De eso se trata la frase de «tirárnosla de artistas», de
desplegar nuestras capacidades por el fin que argumente nuestro ser. Por
ejemplo, por nuestros seres queridos; por las metas que personalmente deseamos
cumplir; por nuestra propia felicidad; en fin, por un universo de factores que
exigen cada gota de esfuerzo y cada
partícula de voluntad, y no solo de la mediocridad que se demuestra en
ocasiones y que tanto daño nos causa como sociedad. Hay que ser diferentes en
todo aspecto, hay que rebuscarse las formas de que lo que hagamos sea bueno y
de calidad. La practicidad es un punto de partida que nos impulsará al
desarrollo y a la culminación de nuestros planes de forma inteligente. A mi
parecer, la realidad de esta época tan difícil ha logrado un cambio en la conciencia
del ciudadano común. Un cambio que nos ha exigido obviar nuestros defectos y
mejorar a toda costa para lograr salir adelante. En fin, un cambio que nos
obliga a volvernos grandes en lo que hacemos para concretar un suelo firme en
donde pisar. De esa forma, en este presente no se puede negar que nuestro
pueblo está constituido por personas con
un talento increíble que lucha por no dejarse absorber por los males
existentes. Somos artistas de esta gran obra.