Fotografía obra de Alberto Rojas. Fuente Original: Caracas Shots
Nada de nada, el
momento es ahora. Tal verdad se muestra como una fuerza mayor. Logras captarlo
desde el principio, logras percibirlo a tu alrededor. Nadie puede negarte el
derecho a desear tu propio destino. Eres capaz de todo, te sientes seguro de ti
sin ninguna razón aparente. Por algo ocurre aquello o lo otro, lo mejor es
aprovechar la cuestión. Todo cobra sentido y, al mismo tiempo, da igual si nada
lo tiene. Las explicaciones están demás, solo importa en lo que tú crees. La
libertad ha llegado en forma de revelación, la vida se muestra como realmente
es. Aunque las dudas puedan agobiarte, seguirás teniendo certezas que te
tranquilicen. Recupera lo que perdiste, recuerda lo que olvidaste, ten aquello
que ni siquiera tuviste alguna vez. Cada uno de tus esfuerzos se volverá un
vector, dejarán de ser líneas sin dirección, todo irá hacia donde debe. El
miedo, ese que yo también tengo, que todos han tenido, ese también llegará
hasta ti. El miedo no será capaz de frenarte, porque ya conoces el final que te
pertenece. Saluda a la adversidad, yo continúo cuidándote a pesar de la
distancia, aunque no me veas cuando te veo, aunque no me escuches cuando te
hablo. No llores en las noches de soledad, porque mi recuerdo seguirá acompañándote.
Mejor mantente alegre hasta cuando no tengas motivos.
Entiende que te
entiendo, créeme cuando digo que creo en ti. Lo importante aquí es, como dije
al principio, el ahora. No lo desperdicies. Nos iremos juntos a buscar sueños,
nos separaremos y volveremos a encontrarnos. Ya no me queda más que
decirte, espero que todo esto te haya servido. Continúa adelante, todo saldrá
bien (imagina que lo digo con esa sonrisa tan tonta que ya conoces). Yo seguiré
introduciendo mensajes subliminales a esta obra, intentando que lleguen hasta
la tuya.