Fotografía obra de Víctor Alfonso Ravago.
Hablar de lo que ha
pasado intentando que las palabras fluyan sin mucho esfuerzo. Agregando lo que
no ocurrió, aquello que aún espero y por supuesto lo que quizás nunca tendré.
De esos trastos que guardo en mi maleta de viaje, de eso y todo lo demás.
Tuve años dorados y sentí como mi juventud envejeció sin que me diese cuenta, me faltó tiempo para aprovecharla. Infinidad de ocasiones en las que los abrazos escasearon, sobre todo cuando la
soledad llegaba sin avisar. Experiencias memorables, de esas que luego cuentas
porque han pasado a la eternidad de tu memoria. No conté con una guitarra para cantarle
a la luna, menos aun con el talento necesario para desplegar
sus melodías. Quizás debí leer más el horóscopo los domingos y encontrar allí
respuestas a mi devenir compulsivo. Sin mucha poesía en el transcurrir de
mis días, tampoco novelas que me hicieran volar por los aires sin despegarme
del suelo. Por otra parte, siempre hubo algún bolígrafo para redactar mi
cuento. Los anhelos desplegados por una imaginación con insomnio que, aun así, no dejó de estar entre sueños. No navegué en un velero ni me crucé con un
gato negro. Sí conocí seres increíbles que dejaron su huella junto a las mías en
este camino. No tuve miedos coherentes, solo de esos que carecen de a algún sentido.
Romances que terminaron con un corazón remendado que curiosamente siempre fue
el mío. Lo ultimo no importa, porque de igual forma sobró la ilusión despertada por un beso sincero, de esos que te
ponen las orejas color escarlata. Entre todo, desearía fervientemente bufandas
para el frío de la tristeza, hojas de otoño en el central park y fuegos artificiales adornando el cielo de mi ciudad.
Falta mucho por vivir,
esa es la conclusión constante. Se trata de reconocerse a uno mismo las tardes
lluviosas que pasen por nuestras vidas, sin dejar de disfrutar el salir a la calle a mojarse. Puede venir
cualquier cosa, cualquier quimera o instante de gloria, sea como sea, mis recuentos fugaces continuarán siendo desarrollados.