-Un libro de futuro-


Fotografía obra de Juan Mattey. Fuente original Flickr

He venido, hermano, porque me cansé de esperar.

Ya no quiero tenerle miedo a mi propia patria.



Mejor dicho, temerle al espectro de país en el que se ha convirtió.

Por eso dame la mano y un machete para cortar monte.

Dame un pico, una pala y un libro que hable de futuro.

Deseo convertir todo esto en pasado.

Hablar de estos años, de estos días, como se habla de un recuerdo o un mal sueño.

Conocer ese otro pedazo de la historia en la que existe progreso.

Porque hermano, yo creo que las cosas buenas aún son posibles.

No solo este pesar que hoy nos colapsa.

En la delincuencia que nos amenaza, secuestra y mata.

En el desabastecimiento y la escasez que nos  vacía los estómagos.

En la emigración que nos aleja y deja heridos.

En los hospitales que ya no pueden curar o los colegios que no educan.

Tantas cabezas tiene la hidra como problemas tenemos en este país.

Nos han robado lo que por derecho es nuestro.

Nos han robado la esperanza hermano.

Por eso vengo hoy a este campo inmenso, bajo este árbol frondoso, a redimirme.

A buscar revivir lo que nunca debió haber muerto.

Porque verás, ser venezolano es una cuestión difícil hoy en día.

Es una cuestión filosofía, apoteósica y compleja.

Y aún así igual de bonita, como siempre, como nunca.

Tú y yo que somos jóvenes de espíritu.

Tú y yo que tenemos ideas por hacer realidad.

Tu y yo hermano queremos a este suelo como a nuestra mamá.

Tenemos una responsabilidad enorme.

Una batalla más por pelear antes de morir.

Quizás moriremos, no te miento.

Valdrá la pena si así es.

Por eso hermano dame un pico, una pala y un libro que hable de futuro.

Que esto apenas comienza y nuestra tierra nos necesita.