-Entrevista a un panita-


Fotografía de Víctor Alfonso Ravago

Santiago Orosco nos recibió amablemente una mañana de sábado con una sonrisa en los labios y un estrechar amigable de manos. Adentro en su pequeño apartamento, no tardó en ofrecer una taza de café recién hecho, acompañado por un poco de canela. “La canela es para darle un sabor exquisito”, explicó alegremente. El joven aclara ser parte de algo realmente grande: vivir. Empezando por lo básico, su vida consta (según sus propias palabras) de cuatro ingredientes básicos: familia, amigos, alegría y amor. “De verdad tengo tanta suerte, que los cuatro elementos se retroalimentan entre ellos. No dejo que me abandonen, son mi refugio en los momentos difíciles que presenten los días; son la seguridad de que todo estará bien”. A pesar de lo estrecha que puede parecer su vivienda (solo dos cuartos, un baño, una sala y una cocina), Santiago afirma poseer todo lo que necesita y tiene una explicación para ello bastante curiosa: “Hace algún tiempo viajé a Circacia, un pueblito hermoso en el eje cafetero colombiano. En él conocí a una viejita bastante ilustrada que me habló de Krishnamurti y de cómo éste profesaba que no es rico el que más tiene, sino el que menos necesita. A partir de ese momento decidí ejercer ese principio y creo que es bastante práctico. Acá tengo todo lo que necesito”.


El joven se expresa con cierto aire despreocupado que no expide a medida que contesta nuestras inquietudes. Habla de lo bonito de vivir apreciando las cosas simples, de vislumbrar los detalles y no dejar de sorprendernos de las cosas habituales. “Lo que pasa es que no prestamos atención a lo pequeño, al micromundo que nos rodee, a las venitas verdes de una hoja o los granitos de arena que haya en la acera de la calle. Es más, me atrevo a decir que incluso ni siquiera prestamos atención a las cosas grandes que son más fáciles de ver, como el cielo con sus nubes o la luna con las estrellas alrededor. ¡Al final, terminamos por no prestarle atención a nada! (dice riendo) Creo que esa es una de las faltas más comunes”.  Su juventud estuvo cargada de incertidumbres pero confiesa haber afrontado todo gracias a sus seres queridos que no lo dejaron solo. De tales momentos difíciles en sus aconteceres dice haber aprendido mucho, más de lo que cualquiera se podría imaginar. “Cuando no tienes más de comer que un pedazo de pan con mantequilla y una taza de chocolate, terminas por entender que los manjares más apetitosos son los que sabe apreciar el estómago y no la vista” dice como ejemplo de las cosas aprendidas mientras se manejaba por esos instantes de necesidad.

Cuando se le preguntó el secreto para lograr la felicidad no dudó al responder que dicho factor era muy cambiante según la persona, pero que según él la felicidad consistía en estar en paz con el mundo y con uno mismo. Inmediatamente quisimos saber si él era feliz, a lo que contestó: “No vale aún no, me falta una novia todavía” (más risas) Para finalizar con la entrevista se le hicieron una serie de preguntas fugases, el resultado fue el siguiente:

¿Por qué elegir creer en lo diferente? Es más divertido porque te sientes especial. A pesar de que es difícil que te digan cosas criticándote porque no te entienden, vale la pena ir en contra de la marea siendo original con lo que nos guste.

¿Cómo manejas tú día a día? Con una taza de café como la que me encontraron tomando, con canela. En realidad intento sobrellevar todo de la mejor manera, a pesar del estrés, de los asaros habituales o de que las cosas que no siempre salgan como uno quiere. No es nada fácil  pero siempre está la opción de reírse a pesar de la situación.

¿Pies en la tierra o cabeza en las estrellas? Pies en las estrellas y cabeza en la tierra. Con respuestas así es que ni yo me entiendo (risas).

¿Algo que te identifique mucho? Vivir siempre en las nubes soñando más de la cuenta. Es algo que incluso no sé hasta qué punto podrá ser perjudicial en las ocasiones que ameriten otro tipo de comportamientos pero que, sin embargo, continuo haciendo.

¿Un adelanto de sus planes futuros? Aún los proyectos están comenzando, no quiero adelantar nada todavía y arruinar la sorpresa. Lo que sí puedo decir es que no habrá mejor época para soñar y para tener la certeza de que los anhelos se cumplirán que ésta. Todo es posible en este momento.

¿Unas palabras para las personas a las que llegue esta entrevista? Bueno nada, saludos de mi parte y espero que no se dejen llevar por las tendencias de la sociedad. Seguir al corazón siempre ha sido más práctico.

Santiago nos despidió con la misma sonrisa con la que nos recibió: sincera y contagiosa. Antes de irnos nos desea un buen viaje. Es el ejemplo de un venezolano cualquiera que quiere salir adelante, que no se deja vencer por las adversidades y que busca que sus sueños se realicen, siempre a su manera.