-Entre líneas-



Fotografía obra de VARL Photography.

Se trata de que… Bueno ya no sé de qué se trata en realidad. Esta carta no tiene nada que ver con lo anterior, tampoco con lo que vendrá en un futuro. Esto tiene que ver con el presente, con este segundo que corre y que también acaba de morir dejando un sucesor. Tiene que ver con todo lo que has hecho, pero sobretodo, con lo que has dejado de hacer. Aquí estoy yo para decirte que no importa lo que los días traigan, que no importa que a veces el sol acalore tus sueños, que todo saldrá bien. Importa lo que tú quieras creer, lo que tú desees buscar. En algún momento de la vida pensé que los eventos eran guiados por fuerzas mayores, ahora yo mismo asevero que no habrá fuerza mayor que la de tus convecciones. Entonces sueña, hazlo sobre todo cuando estés despierta.


Quiero que este instante  sirva de algo, que no solo quede en el anonimato del tiempo, que no pase desapercibido por la memoria. Entiende que esta vida será pasajera pero que tú podrás aprovechar de cada experiencia si eso es lo que deseas. Yo mismo me he perdido muchas veces y eso tú también lo sabes. Por eso toma mi ejemplo que, si bien está atado a un destino complicado, no deja de saludar a la adversidad, no deja de responderle a quien pregunte que todo está bien.

Deseo que puedas cumplir lo que te propongas, que puedas ver cada una de tus ilusiones hechas realidad y que tus desvelos encuentren su recompensa. No solo lo mereces, sino que también yo seré feliz cuando así sea. No dejes de ver el cielo, de anhelar tocarlo. No dejes de desear algo mejor que todo lo que pueda presentarse. Lograrás lo que te propongas, aquello que desees de corazón. A ese no lo dejes de escuchar, no prestes completa atención a lo que te digan los demás, ni siquiera a esto si acaso no te convence. Cree en lo que tu instinto susurre, en lo que sientas correcto.

Entiende que si algo deseo de verdad, es que no me olvides. Recuérdame cuando pruebes algún café, cuando alguien te diga que cree en ti, cuando estés en la sima del mundo porque todo ha salido bien. Y acuérdate de mí más que nunca cuando tengas miedo, cuando la vida no te trate bien, cuando los silencios vengan por tus canciones, porque intentaré darte fuerzas aunque no me puedas ver. Tu voluntad es una de las cosas más fuertes que he conocido y sé que ella no te dejará caer. Disfruta de cada partícula de existencia por más pequeña que sea, yo seguiré aquí escribiéndote otras cartas que quizás, como esta, tampoco llegarás a leer. Cuídate mucho, porque yo también te estaré cuidando desde este lejano país.

PD: Me parecerás por siempre realmente increíble.