Editorial Dos-punto-cero

Una entrevista que me realizó Jesús García Sayago (@leogasa) y que me permitió publicar en Café y Arepas. Espero sea de su agrado.

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No hace mucho era prácticamente imposible que alguien que quisiera abrirse camino en el mundo de las letras, pudiera hacerlo sin ningún tipo de apoyo editorial.

Luego vino el siglo XXI. Este arroz con mango de posmodernidad y nuevo orden mundial. Esta criatura hecha de terrorismo y reality shows, por cuyas venas fluye su compuesto nuclear: el internet.

El internet ha sido la calzada por donde los próximos cineastas han dado sus primeros pasos, donde una guitarra puede ser escuchada por más gente que la que ocuparía el Madison Square Garden, y donde aquellos que quieren ser escritores pueden mostrar sus trabajos saltándose todo el protocolo del rechazo editorial.

“Pero es que tienen que rechazarte varias veces antes de que te contrate una editorial”, “ganar un festival es la mejor forma de ser publicado” o el famoso “si no tienes algo en una librería, no eres escritor”, son las frases que más pronuncian aquellas voces cuadradas que se quedaron en el Y2K.

 La filosofía punk dejó algo más que las crestas, como hito cultural. El Do It Yourself. Y es que hoy en día no es necesario prostituir tus principios para obtener el patrocinio que te permita ser lo que quieras ser.

La cosa va así: el que tenga un sueño, que lo cumpla. El que quiera ser músico, que grabe algo y lo suba a SoundCloud, el que quiera ser cineasta que grabe un corto y lo monte en Vimeo y el que quiera ser escritor… pues, que guarde todo en formato Pdf y lo suba a un blog.

O por lo menos, así de fácil lo ve Celso Vargas. Un escritor independiente que está moviéndose burda por la 2.0 en Puerto Ordaz, y que ha creado toda una identidad visual en torno a Café y Arepas, su página web.

Café y Arepas es un portal web, donde Celso sube cuentos, relatos, artículos, todo escrito por él mismo y que conjuga una colaboración entre diseñadores, fotógrafos y artistas independientes, también de Puerto Ordaz.

Hablé con Celso para saber por qué osa construirse una imagen ajena al corporativismo hegemónico. Esto fue lo que me dijo.

-Celso. Así que crees que escribes...

-A mí me gusta escribir. (Risas) Si, me gusta principalmente escribir. Poder llegar a las personas con lo que escribo y que les guste es algo extra.

-¿Sobre qué escribes?

-Todos estos temas que tienen que ver con el individuo. Con lo que somos y lo que no somos. Con el tiempo y el espacio. Con el amor y la esperanza. También trato de romancear la realidad y de hablar sobre ella. La vida es arte y me gusta narrarla.

-¿Prefieres escribir pocas cosas que sean consideradas “buenas”, por así decirlo, por otros escritores, o escribir muchas cosas sin importar la calidad?

-Yo creo que lo que realmente quiero es escribir lo que quiera. Escribir porque nazca de mí, Independientemente de si a la gente le gusta o no. Pero, que les guste, es algo que me llena de satisfacción.

Creo que hay tantos escritores, y cada uno con su propio estilo, que el asunto de ser un “buen” escritor es una cuestión de subjetividad. No sé si sea escritor pero sé que me gusta escribir.

-¿Siempre fue así?

-No, cuando empecé fue por hobby. Hasta que hice el blog. Fue entonces cuando mi familia y mis amigos empezaron a leerme. Luego me enteré de que gente que no conocía leía mi blog, entonces supe que de alguna forma estaba llegando a ellos.

-Cuéntame la historia de Café y Arepas...

-Bueno, el blog nació en Cali, Colombia, en febrero de 2012. Vivía con mi papá y estudiba filosofía en una universidad de allá desde 2011, y se me hacía fastidioso mandarle correos a la gente de aquí, contandoles como estaba y sobre qué estaba escribiendo en ese momento, entonces decidí utilizar esta herramienta cheverísima y al alcance de todos, que son los blogs. Me creé uno que luego se convertiría en cafeyarepas.com y en mi norte como escritor.

-¿Por qué se llama Café y Arepas?

-Está esa necesidad de tener algo que nos identifique con los nuestro. Yo estaba lejos, independientemente de que en Colombia también se coma arepa, no es la misma arepa de aquí, y quise que el título de este proyecto ya tuviera una relación directa con el lugar donde vengo. Cuando uno está afuera vive con una sensación perenne de nostalgia.

-¿Por qué decidiste traer este proyecto a Guayana?

-Debido a las vueltas que da la vida me tuve que regresar para Venezuela, donde está mi mamá. Cuando empecé la universidad aquí en Guayana, mis amigos más cercanos me preguntaban que cómo iba a hacer con mi oficio de escritor y mi deber como estudiante. En lugar de elegir entre alguno decidí equilibrar los dos y sacarle provecho a los dos. ¡Y qué mejor sitio para mostrar las cosas que escribo que una universidad donde todos somos lectores, y más en esta carrera! (Comunicación social).

-Borges solía decir que se enorgullecía más de los libros que había leído, que de los libros que había escrito. ¿Qué libros has leído tú?

-Yo soy muy regionalista. (Risas) Amo Venezuela y todo lo de aquí, por eso siempre preferiré la literatura de acá y a los escritores de acá. De hecho mi escritor favorito, de todos los que he leído, extranjeros y nacionales, es Miguel Otero Silva. También me gustan mucho los que están saliendo ahorita, a pesar de que no conozco a todos los que quisiera. Gabriel Torrelles y Leonardo Padrón me gustan, a pesar de que no tengan mucho que ver el uno con el otro, jaja.

-¿Qué piensas de la literatura contemporánea?

-Creo que te podría hablar más de la de aquí (Venezuela). Siento que está teniendo un efecto ascendente, a pesar de que a veces no podamos percibirlo, y que en ocasiones pensamos que no exista. Están surgiendo muy buenos escritores y pienso que eso está relacionado con nuestra realidad social y todo lo que hemos vivido durante los últimos veinte años.

-¿Crees que en tiempos difíciles aflora más esa vena artística?

-Siempre he pensado que en tiempos difíciles nacen los desarrollos más grandes. No solo en la literatura sino en el arte en general. Las crisis nos llevan a crear cosas porque tenemos esa necesidad de curar con nuestro arte.

-En cuanto a esta generación y el arte, ¿qué opinas?

-El cielo es el límite. Somos la generación de la informática, del internet, y estamos viendo cosas que diez años atrás hubieran sido impensables. Además, el venezolano está desarrollando una identidad y un amor hacia lo suyo que eran necesarios. Solíamos estar atiborrados de lo que venía desde afuera, pero hoy en día, tienes por ejemplo a La Vida Boheme haciendo música que no necesita ser neo-folklore para exaltar lo propio.

-¿Hay algo ajeno a la literatura que influya en tu forma de escribir?

-Jorge Drexler es mi músico favorito, y también me gustan mucho las películas de Woody Allen. La música de Drexler funciona como la banda sonora de muchos de mis escritos. Otra de las cosas que me influye a la hora de escribir es la fotografía independiente. Pueden ver algunos trabajos de fotógrafos guayaneses en la página. Creo que la difusión de su trabajo en cafeyarepas.com es una forma de devolverle al fotógrafo eso que me da para escribir, esa inspiración.

-¿Teclado o lápiz y papel?

-Ambos (Risas). Somos esa mezcla entre lo humano y lo tecnológico así que, escribo y hago el boceto a mano y luego lo paso a digital.

-Entonces tienes dos eBooks, el portal web, un fanzine, ¿qué más quieres? ¿Qué buscas ahora?

-Primero, la impresión editorial de los eBooks o de lo que estoy haciendo ahorita. Eso se torna bastante difícil porque el país está sufriendo una escasez de papel tremenda, pero sí lo tengo como meta. Si escritores con trayectoria siguen publicando sus libros, yo creo que los que estamos empezando también podemos hacerlo.