-Verdades sobre Café y Arepas-


Fotografía obra de VARL Photography.

Esta vez haré algo distinto a lo que publico normalmente. No se trata de un Recuento (estos se realizan el último día de cada año), sino de una Entrada para que quienes leen lo que escribo conozcan algunos detalles de lo que significa Café y Arepas. Esto último teniendo en cuenta que soy muy malo con las explicaciones concretas, pero a la vez que me esfuerzo por lograr que los demás entiendan de alguna manera mis tonterías. Dicha esta cuestión de antesala, se puede empezar.


Aunque este espacio llamado Café y Arepas comenzó como un algo que buscaba saciar necesidades muy simples, dicho algo logró transmutar en el proyecto más querido en mi actualidad. De esa forma y con el pasar del tiempo, la estructura que maneja y su sistema han cambiado también. Sin embargo no muchos conocen aún los lineamientos editoriales de este blog. ¿Te sorprende saber que los tiene? A mí también me sorprendió darme cuenta de lo importante que era desde un principio mantener cierto norte en lo que se publicaba. No estoy hablando de un orden hermético y cuadrado, al contrario, admito que solo en el desorden y en lo flexible yo encuentro sincronía.Me refiero a la necesidad de seguir ciertos parámetros generales para todas las Entradas que hago. Podríamos hablar de una línea invisible que entrelaza a los cuentos, las reflexiones, los artículos de Linearis o los pequeños mensajes presentes en #UnNumeral, por no nombrar todos los tipos de estructuras que se utilizan en cada escrito.

Sigo sin comentarte la forma en la que se muestran esos lineamientos editoriales presentes en Café y Arepas. Pues bien, se trata de que desde siempre el contenido de la página ha estado dividido en Temporadas. Dichas etapas son colecciones de 70 Entradas que se desarrollan a lo largo de un año y que culminan con la edición de un libro que las contiene. De lo último no soy inventor, muchos otros autores de Blogs terminan recopilando sus Entradas para realizar con dicho contenido una obra en conjunto. Soy un gran partidario de esta propuesta y honestamente creo mucho en ella. Volviendo al tema, Café y Arepas cumplirá dentro de poco sus tres años de existencia y, de esa forma, ya son tres los libros publicados, cada uno correspondiente a su temporada especifica. ¿No te parecía mucha coincidencia? Quizás si, quizás nunca le prestaste atención a semejante bobada.

Intentaré hablar brevemente de cada Temporada. La primera se titula por supuesto Antología de un Guayanés, fue una etapa que empezó durante mi estadía en Colombia y el nacimiento del Blog. Tiene cuentos e historias en mayor número que reflexiones. Esto cambió con la segunda Temporada que llevó por nombre Vivencias Acumuladas y Regulares Locuras. Tuvo como principio ser lo contrario a su antecesora y contiene mayor número de reflexiones en lugar de historias. Ya para este punto yo había vuelto a Puerto Ordaz, de donde no pretendo irme si el destino me lo permite. La tercera y más reciente temporada ha concluido hace un par de meses y lleva por nombre El Cuaderno que huele a polvo. Esta no se centra en la cantidad de cuentos y reflexiones como en el pasado, sino en el hecho recurrente de que su narración se muestre en primera y segunda persona. Por eso es una especie de diario.

Sí, todo acá es pensado antes de hacerse y pretende ser algo más que solo Entradas por separado. Lo mismo ocurre con la maravillosa imagen que el ingenio de mi gran amigo Alejandro Hernández desarrolló para la página. Junto a él fue posible el diseño de todo el contenido visual de Café y Arepas, en donde cada detalle tiene un sentido. Las fotografías, por su parte, son obras excelsas de muchos amigos. Estas son el complemento ideal de lo que escribo. 

Pensé en explicarte todo esto para que conocieras algunas verdades sobre este árbol que continúa germinando. Jorge Luis Borges dijo: "Una vez escrito algo ya está lejos de mí". Me siento muy identificado con esa frase y te confieso que todo lo que he escrito hasta ahora te pertenece más a ti que a mí mismo. ¿Pero sabes algo? No podría estar más contento porque así sea.