Fotografía obra de VARL Photography.
Cuando pasó por mi mente el hecho
comenzar con la búsqueda de mi sueño, entendí que no sería fácil, pero que era
necesario moverme con rapidez si quería que éste se realizara. Solamente si
poseía la determinación necesaria nada podría salir mal. Yo como cualquier otro
podría lograr todo lo que me propusiera.
¿Qué nos diferencia de aquellos seres
que alcanzaron la gloria en lo que se propusieron? La historia nos enseña que,
ante el destino, todos poseemos los mismos atributos y que ellos fueron al
igual que nosotros simples personas con vidas comunes. Sí, quizás el contexto
en el cual se desarrollan las cosas es distinto, pero yo no seré un mártir de
lo que quise y no pude hacer, simplemente por tener condiciones menos
afortunadas. En fin, aquellos que son ejemplos de lo que una persona corriente
puede hacer, no se quedaron de brazos cruzados, sino más bien emprendieron
hacia la meta (todos ellos sabiendo que podían perder) que los llevaría hacia el éxito, hacia lo
imposible.
No muchos piensan de esta manera y
prefieren sumirse en una realidad sin motivaciones a permitirse a sí mismos
emprender hacia un deseo, pero sé que éste no será ni mi caso ni el tuyo.
Nosotros somos del tipo de personas que saben que para obtener efectos hay que
dar causas que nos permitan alcanzarlos. De esta manera nos ponemos a actuar en
este mismo momento porque el mañana es el hoy que ayer tanto anhelamos y no
podemos desperdiciar tiempo. Hay que salir y abrir nuestras alas hacia la
grandeza que nos ofrece el mundo. Es hora de actuar.