Fotografía obra de Génesis Pérez.
Luego de tener los
principios elementales para lograr el éxito (refiriéndome con esto a un sueño, fe,
voluntad, etc) debemos tener siempre clara la dirección en la que encausaremos
nuestras energías. Teniendo en cuenta todo lo que representamos como Seres,
daremos comienzo nuestros movimientos. De esta manera serán nuestros actos,
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos o nuestra forma de vivir los que
se trasformen en rieles que nos conduzcan finalmente a resultados futuros.
Caminar como ciegos
que no sepan de donde vienen ni a donde se dirigen, nos traerá tarde o temprano
el desgastamiento de nuestro poder, ya que debemos recordar, el Ser es una
fuerza como tal debe ser dirigido desde
un punto actual hasta otro que se encuentre en un espacio distinto. Nada esta
inerte en este universo y está en nuestras manos lo que de verdad queremos ser
en esta existencia.
No podemos seguir actuando
como quien no sabe que quiere o que desea, porque hasta el individuo de menor
conciencia, conoce los verdaderos designios de su corazón. Ahora bien, si ya se
conoce que es lo que de verdad se quiere, lo próximo seria encauzar nuestra
vida hacia ese objetivo. Sin importar lo difícil que parezca, debemos luchar
por nuestro presente y futuro.
Sin razón aparente comenzamos con
una vida que, tal vez al principio, parece difícil de cambiar hasta lograr lo
que deseamos. El verdadero truco seria que nos convirtamos en un vector que busque la
felicidad.