Fotografía obra de Alejandro Hernández.
Necesitamos antes que nada saber algo
para lograr comenzar la búsqueda hacia nuestro destino. El tener presente dicha
verdad nos impulsará a no solo comenzar el transcurso, sino también a saber
cómo mantenernos a lo largo de las pruebas que el camino revele. Este divino
elemento es el poder interior que tanto tú, como yo y todo ser humano, posee en
su Ser. Es un maravilloso don que desde
el nacimiento se nos otorga y que
permite (en conjunto con la voluntad)
lograr cualquier cosa, sin importar lo difícil o incluso imposible que
pueda parecer.
El poder que en nuestro ser existe se
encuentra en un estado muy volátil que, a la vez, es influenciable a los
dictados de nuestro corazón y de nuestra mente. Digo lo primero porque estamos
hablando de la energía creadora
contenida en nosotros mismos y porque ésta actúa de manera análoga a la
pólvora: puede explotar pero necesita de una chispa. Digo lo segundo porque
mientras que no busquemos el equilibrio en nuestro propio Ser para con nuestros
ideales, nada se logrará.
De esta manera debemos buscar tres
elementos si queremos desarrollar nuestro poder interior. Éstos deben ir atados
a la visualización y a la determinación ya concebidas a nuestra razón y
conciencia. Debemos tener como primer factor la orientación en lo que estamos
haciendo, conociendo la naturaleza de nuestros actos y diferenciando si es algo
bueno o malo, algo que beneficie a los demás o que busque glorificación al ego.
Luego hay que desarrollar confianza en nosotros mismos entendiendo que nadie
nos tomará en cuenta si nosotros no lo hacemos. Por ultimo hay que poseer
muchísima imaginación en lo que nuestro Ser puede alcanzar, ésta aunque no se
tome en cuenta mayormente es una de las fuerzas más grandes del universo; con
ella podemos ser grandes creadores o esclavos de nuestras propias realidades.
Si juntamos todos estos elementos podremos dar comienzo al desarrollo de
nuestro verdadero Poder interior, aquel que nos llevara a conseguir cualquier
cosa que nos propongamos.