Si te pregunto cómo te sientes
es para saber cómo estaré yo.
Porque cuando te ríes,
me alegro.
Cuando lloras,
yo hago pucheros.
Y si te alejas
yo dejo de ser mi mejor versión.
Qué tristeza depender así.
Mecerme de tu meñique.
Quedarme en tu jaula
mientras acaricias mis alas.
Pero si me lo preguntasen
antes de renacer,
hoy o mañana,
te hablaría otra vez antes de que tomases ese taxi.