Otra vez con la necesidad de escribir lo que significó mi año. No sé exactamente cómo empezar esto, de modo que aquí estoy, intentando hacerlo de alguna manera. Los años son como aves fénix que nacen y mueren en un ciclo infinito en el que a nosotros se nos va la vida. Este año ha sido una odisea, todo lo que nunca pensé que sería cuando comenzó, una constante sorpresa. Nada en el mal sentido por supuesto, la verdad sé que todo lo que ha ocurrido ha sido lo mejor y que cada cosa ha tenido una razón.
Este año viví tantas cosas como
la vida me la permitió. Mi país tuvo que atravesar por grandes diversidades y,
aún así, no se dejó vencer ante estas. Las nuevas generaciones están más vigentes
que nunca, gritándole a las anteriores que innovaremos en todo sentido a esta nación,
que las cosas mejoraran. Pude estar siempre con mi familia y la felicidad que
tal hecho representó no se puede explicar. Mis amigos me acompañaron y ayudaron
a crecer, a ser mejor y a sentir un apoyo incondicional; a todos ellos les doy
las gracias.
Me desenamoré, me volví a enamorar, y por
suerte la novela continúa siendo redactada. Pude escuchar música realmente increíble
y creo que no podría escribir esto sin dejar de mencionar a Será, el segundo disco de La Vida Boheme;
gracias a ellos por tanta inspiración. En general, el talento venezolano
comienza a expandirse y a ser reconocido por todos los oídos del mundo, eso es
seguro. También pude pintar como un lunático y, aun así, creo que logré
conservar la cordura. Entre tantos garabatos nació mi Fanzine llamado «Acua-
Linearis» cuando corría el ya lejano mes de junio. Logré además tomar una que
otra fotografía decente, leer una buena cantidad de libros increíbles,
disfrutar de muchas risas por grandes momentos, llorar más lágrimas de las que merecían
la determinada ocasión , continuar creyendo en que mi vida es lo que quiero que
sea. Coleccioné momentos que, fuesen buenos o malos, jamás olvidaré.
Con respecto a esta aventura que
significa para mí escribir, durante el 2013 muchas personas pudieron leer la
cantidad tan grande de mis incoherencias más queridas mediante este universo
que es «Café y Arepas». Este mismo espacio pudo evolucionar los primeros días
del año y espera volver a hacerlo con el objetivo de continuar mejorando.
Cuando llegó el 23 de febrero cumplió su primer año de existencia; siendo
sincero, mi alegría fue inmensa ese día. Dentro de dos meses, éste website volverá
a estar de aniversario debido a que cumplirá los dos años. No puedo creer algunas
veces como pasa el tiempo de rápido. Cuando transcurría el séptimo mes de este
año tan movido, la acumulación de estas mismas incoherencias era suficiente
para poder componer mi segundo libro. Logré hacerlo y el resultado me hizo
feliz. El único nombre que podía tener esta nueva obra era VARL, y entre todas
las Vivencias Acumuladas y Regulares Locuras que la componen, creo que cedí un
poco (o quizás muchísimo) de mi propio Ser. El título de la portada con letras
azules como las madrugadas en las en escribí cada página y con bastante de mi
propia naturaleza esparcida por éstas. VARL fue lanzado en agosto y la aceptación
de quienes lo han leído es la mayor recompensa que podría tener como autor.
Pude también ser parte con algunos de mis escritos en las 2 ediciones del Ebook
realizado en España llamado «La Nevera»; logré publicar un par de mis cosas con
Culturizando.com; por último, y no menos importante, me pudieron leer personas
a quienes admiro mucho y que con sus palabras me llenaron de satisfacción hacia
lo que hago. Esto no parará aquí, aún continua habiendo tinta en estos dedos.
El 2013 está por terminar y toda
persona (más si eres venezolano) se pone sentimental durante esta fecha del 31
de diciembre. Acaba un año y el otro espera por empezar su existencia. El 2014
aguarda tantas cosas que me emociona pensar solamente en la idea. Que lo que
pase sea lo mejor, aunque así no sea de esa forma, igual continuaré sonriendo. Ahora a preparase, viene mucho más.